En Chile se ha aprobado la ley donde los municipios podrían negarse a que una antena celular se instale, o que defina su ubicación. Además, se debe consultar a los vecinos cercanos.
Esto es algo tremendamente importante, reflejo de la inquietud de un número importante de personas, y cada día son más y más!!, que han presionado a los gobiernos y autoridades locales para que hagan su tarea: escuchar a las empresas, al público en general, a ingenieros, médicos, y legislar para cumplir con otra ley: el derecho a vivir en un ambiente sano, sin contaminación.
Con esta ley vemos que el poder económico no siempre es invencible.
Aun así, no hay que bajar la guardia. Estamos lejos de un "ambiente sano, sin contaminación". Principalmente en las grandes urbes.
Hay que seguir informando y creando conciencia, para facilitar el cambio de hábitos (¡¡uf!! cómo cuesta cambiar ciertos hábitos!!!).
Felicitaciones globalizadas a todos que se han manifestado en contra a las antenas. También, a todos que han apoyado estos grupos, y a los politicos que se atrevieron a dar el paso hacia la lógica más elementar: cuidar la salud.
Seguimos, pues, informando e informando...
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