lunes, 11 de octubre de 2010

CARTAS AL MERCURIO 2

ANTENAS CELULARES, NO GRACIAS

Señor Director:
En la ciudad de Limache, V Región, la empresa ENTEL PCS ha anunciado la instalación de una antena repetidora para celulares en plena zona urbana, donde hay colegios, salas cuna, casas de ancianos, vecinos con problemas de salud, o que usan marca pasos. Los vecinos y apoderados nos hemos reunido y logramos enviar al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones una carta de oposición a esta instalación el 3 de agosto pasado. Dicho esto, nuestra primera sorpresa ha sido que nunca recibimos una respuesta de este Ministerio. La segunda sorpresa, y en realidad la peor de todas, es que Entel ha repetido la publicación de instalación de la misma antena, en el mismo lugar, pero bajo otro nombre y RUT, es decir, ENTEL TELEFONÍA MÓVIL S.A., aprovechándose de nuestra distracción, creyendo que nuestra carta de oposición daría solución definitiva al caso.
Esto es descaradamente un juego sucio que las empresas de telefonía hacen (¿alguien cree que las otras empresas no lo hacen?).
La telefonía celular podrá ser un fantástico avance de las tecnologías, ¿pero a qué costo? A costo de inundarnos de radiación día y noche y por igual a todas las personas, tengan o no celular, vivan o no en ciudades grandes. Sólo se habla de lo maravilloso que es estar conectado 100% del tiempo, pero poco se admite sobre que esta radiación sea causante de leucemia infantil, cefaleas, trastornos varios, marca pasos con interferencia (que podría causar la muerte de la persona que lo porta), de la debilitación de personas enfermas, y un largo y tenebroso etc de inconvenientes que nadie quiere aceptar, porque "¡cómo viviré yo sin mi celular!!! Que horror!" Una necesidad inventada que nos está silenciosamente dañándonos a todos, 100% del tiempo.
No defiendo que dejemos de usar los celulares. Eso sería imposible además. Defiendo que también se hable del daño que este invento causa, y cómo anularlo, porque sí lo hay, mirar el ejemplo de Austria, donde la radiación máxima es 1/6 de la actual en otros países. Defiendo mi derecho a que no me contaminen sin tener cómo protegerme. Que el Gobierno no permita este tipo de abusos legales de las grandes empresas (¿alguien cree que nuestros gobernantes, sea del partido que sea, no conocen estos trucos?).
Es patético que los derechos del consumidor dependan solamente de la mala publicidad que una carta a un periódico pueda producir.
Es patético que todos debamos estar leyendo el Diario Oficial, a diario, para saber cuándo te instalarán una antena en las narices, haciéndote creer además que es para el bien general de la nación.


No hay comentarios:

Publicar un comentario